
Sara Martínez/ ClsComunica
Morelia, Michoacán | 10 de octubre de 2025.- Hace un año, el Congreso de Michoacán despenalizó el aborto voluntario hasta las 12 semanas. Lo hizo 17 años después de la Ciudad de México, cinco después de Oaxaca y solo cuando políticamente le resultó conveniente al gobierno estatal, acusan colectivas feministas.
Un año después, el derecho a decidir sigue siendo, en la práctica, un privilegio de quienes viven en Morelia o pueden pagar el traslado.
La Asamblea de Mujeres en Michoacán señala que, aunque la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer) habilitó la línea 075 para orientación, el servicio ofrece información ambigua y, en muchos casos, no garantiza acompañamiento ni canalización efectiva a hospitales.

“Hay regiones donde no saben a dónde acudir. La única opción es Morelia, y eso supone un obstáculo económico y logístico para muchas mujeres”, advierte el colectivo.
Además, las activistas cuestionan por qué los hospitales fuera de la capital no ofrecen el servicio de interrupción legal del embarazo (ILE). Falta de personal capacitado, medicamentos como misoprostol, infraestructura y estigma institucional son parte de las causas.
“De poco sirve que el aborto sea legal si el sistema de salud no lo garantiza”, sostienen.
Las organizaciones demandan la creación de un directorio funcional de hospitales y la instalación del servicio de ILE en todos los centros de salud del estado. También exigen capacitación con enfoque de derechos humanos para el personal médico, educación sexual integral y campañas informativas en todos los municipios, desde la costa purépecha hasta el norte mazahua.
“El gobierno se dice aliado de las mujeres, pero no lo refleja en el presupuesto de salud”, señala el pronunciamiento.
Para las colectivas, la despenalización fue apenas el primer paso. El verdadero reto está en que el Estado cumpla su obligación de garantizar el acceso real, seguro y digno al aborto, sin importar el código postal.